Protección ignífuga de estructuras de madera
Cuando la estructura de madera se expone a un foco de calor, su contenido de humedad disminuye en la zona afectada al alcanzarse el punto de ebullición del agua. Este hecho es detectable por la sudoración que aparece en su superficie.
Si el aporte de calor se mantiene hasta llegar a una temperatura aproximada de 270 °C, comienza el desprendimiento de vapores que, en caso de seguir aumentando la temperatura, son susceptibles de arder.
Este proceso, llamado pirólisis de la madera, produce su descomposición en gases según las temperaturas alcanzadas.
La madera y sus productos derivados están formados, principalmente, por celulosa y lignina, que, al ser compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno, hacen de ella un material combustible.
A pesar de su combustibilidad, si la madera no se somete a llama directa, ésta no comenzará a arder hasta que no alcance aproximadamente los 400 °C.
Aún siendo expuesta a llama directa, no se producirá la ignición hasta que no llegue a temperaturas en torno a los 300 °C.

En Ignifugaciones Argos tenemos experiencia en la protección pasiva contra incendios de estructuras de madera. Utilizamos en la mayoría de los casos morteros ignífugos o barnices intumescentes.
Esta es la principal solución para la protección de la madera:
Mediante el mortero Perlifoc y previa colocación de malla nervometal pueden realizarse protecciones de forjados con elementos de madera.
